FERNÁNDEZ LIÑARES CONFESÓ QUE RECIBÍA DE VENDEX 3.500 EUROS AL MES Y QUE FUE SOBORNADO POR 50 EMPRESAS
El expresidente de la Confederación Hidrográfica del Miño, segundo implicado que ingresa en prisión
J.M. Freire / M. olarte / agencias. lugo - 25-09-2012
La titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Lugo, Pilar de Lara, decretó el ingreso en prisión del exconcejal del Concello de Lugo y expresidente de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil (con sede en Ourense), Francisco Fernández Liñares, por su vinculación con la operación Pokemon, que investiga una red de sobornos a cambio de adjudicaciones de servicios municipales.
Pilar de Lara dictó auto de prisión provisional para quien fue concejal de Economía, de Zona Rural y de Urbanismo de Lugo en diversos momentos, después de que éste hubiese permanecido en los juzgados durante más de diez horas, y le imputa los delitos de prevaricación, cohecho y tráfico de influencias, entre otros.
Fernández Liñares había llegado a los juzgados de Lugo poco antes de las diez de la mañana de ayer, pero su comparecencia ante la jueza no arrancó hasta las 11.00 horas y se produjeron varios recesos. Sobre las diez menos diez de la noche, un furgón policial salía de las dependencias judiciales para conducirlo en dirección al penal de Monterroso. La abogada del expresidente de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, Reyes Costa, afirmó que 'la declaración fue muy tranquila, contestó a todo, de una forma voluntaria'. 'Quiere participar en el esclarecimiento de los hechos', agregó acerca de que Fernández Liñares se estaba mostrando colaborador y estaba respondiendo a todas las preguntas planteadas por la magistrada.
Según algunas fuentes, Fernández Liñares habría confirmado que favoreció desde sus puestos políticos a la empresa Vendex y que por ello recibía cada mes un paquete con 3.500 euros.
El exedil, mano derecha del alcalde López Orozco durante varios años en el Concello de Lugo, asumió que el dinero se lo repartían él mismo, Javier Reguera, encargado de la empresa de la ORA en la capital lucense, y el delegado de la empresa en Galicia, el monfortino José María Tutor. Sin embargo, este último aseguró hace dos días en el juzgado que no era así, que todo el dinero se lo llevaba el político socialista.
TRES A REPARTIR
Las conversaciones telefónicas ratificarían la versión de Tutor y revelarían que ese dinero iba destinado también a otras personas, entre ellas al 'número 1', pero Liñares al parecer lo negó por completo y manifestó que se lo repartían los tres citados. Los 3.500 euros llegaban preparados en paquetes, en envíos mediante la mensajería Seur desde la sede central de Vendex en Madrid a la oficina principal en Galicia, en A Coruña. Según las pesquisas de Aduanas, Javier Reguera era quien se desplazaba a la ciudad herculina para recoger la cantidad.
Sin embargo, aunque Liñares supuestamente llevaría meses recibiendo estas importantes cantidades económicas, apenas se encontró dinero en los registros llevados a cabo el pasado viernes en sus domicilios de Lugo, donde se requirió la intervención de un cerrajero para abrir una caja fuerte. También se inspeccionó una vivienda que está rehabilitando en una aldea de Dumbría.
Pero el verdadero bombazo de la declaración de Liñares fue otro. El exedil, que actualmente seguía trabajando para la Confederación desplazado en Lugo, habría confesado que lleva más de una década recibiendo sobornos de empresas para otorgarles contratos públicos, tanto de servicios como de obras. Unas pocas de estas firmas ya estaban siendo investigadas, pero la mayoría resultaron ser nuevas para la jueza y los funcionarios de Aduanas.
Liñares habría ido desgranando nombres -a veces con la denominación de la firma y otras de personas- hasta un total que se acerca al medio centenar. A la cabeza por supuesto está Construcciones Sanle, propiedad de otro de los detenidos, Manuel Santiso, pero también otras, muchas de ellas de Lugo, pero también de fuera. Tienen en común que no son grandes empresas y que uno de sus principales sustentos es la contratación pública. Según los propios cálculos de Fernández Liñares, en ambas etapas profesionales en Lugo y Ourense pudo haber recibido varios cientos de miles de euros de estas empresas, aunque esta cifra es difícil de cuantificar.
El expresidente de la Confederación Hidrográfica del Miño, segundo implicado que ingresa en prisión
J.M. Freire / M. olarte / agencias. lugo - 25-09-2012
La titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Lugo, Pilar de Lara, decretó el ingreso en prisión del exconcejal del Concello de Lugo y expresidente de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil (con sede en Ourense), Francisco Fernández Liñares, por su vinculación con la operación Pokemon, que investiga una red de sobornos a cambio de adjudicaciones de servicios municipales.
Pilar de Lara dictó auto de prisión provisional para quien fue concejal de Economía, de Zona Rural y de Urbanismo de Lugo en diversos momentos, después de que éste hubiese permanecido en los juzgados durante más de diez horas, y le imputa los delitos de prevaricación, cohecho y tráfico de influencias, entre otros.
Fernández Liñares había llegado a los juzgados de Lugo poco antes de las diez de la mañana de ayer, pero su comparecencia ante la jueza no arrancó hasta las 11.00 horas y se produjeron varios recesos. Sobre las diez menos diez de la noche, un furgón policial salía de las dependencias judiciales para conducirlo en dirección al penal de Monterroso. La abogada del expresidente de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, Reyes Costa, afirmó que 'la declaración fue muy tranquila, contestó a todo, de una forma voluntaria'. 'Quiere participar en el esclarecimiento de los hechos', agregó acerca de que Fernández Liñares se estaba mostrando colaborador y estaba respondiendo a todas las preguntas planteadas por la magistrada.
Según algunas fuentes, Fernández Liñares habría confirmado que favoreció desde sus puestos políticos a la empresa Vendex y que por ello recibía cada mes un paquete con 3.500 euros.
El exedil, mano derecha del alcalde López Orozco durante varios años en el Concello de Lugo, asumió que el dinero se lo repartían él mismo, Javier Reguera, encargado de la empresa de la ORA en la capital lucense, y el delegado de la empresa en Galicia, el monfortino José María Tutor. Sin embargo, este último aseguró hace dos días en el juzgado que no era así, que todo el dinero se lo llevaba el político socialista.
TRES A REPARTIR
Las conversaciones telefónicas ratificarían la versión de Tutor y revelarían que ese dinero iba destinado también a otras personas, entre ellas al 'número 1', pero Liñares al parecer lo negó por completo y manifestó que se lo repartían los tres citados. Los 3.500 euros llegaban preparados en paquetes, en envíos mediante la mensajería Seur desde la sede central de Vendex en Madrid a la oficina principal en Galicia, en A Coruña. Según las pesquisas de Aduanas, Javier Reguera era quien se desplazaba a la ciudad herculina para recoger la cantidad.
Sin embargo, aunque Liñares supuestamente llevaría meses recibiendo estas importantes cantidades económicas, apenas se encontró dinero en los registros llevados a cabo el pasado viernes en sus domicilios de Lugo, donde se requirió la intervención de un cerrajero para abrir una caja fuerte. También se inspeccionó una vivienda que está rehabilitando en una aldea de Dumbría.
Pero el verdadero bombazo de la declaración de Liñares fue otro. El exedil, que actualmente seguía trabajando para la Confederación desplazado en Lugo, habría confesado que lleva más de una década recibiendo sobornos de empresas para otorgarles contratos públicos, tanto de servicios como de obras. Unas pocas de estas firmas ya estaban siendo investigadas, pero la mayoría resultaron ser nuevas para la jueza y los funcionarios de Aduanas.
Liñares habría ido desgranando nombres -a veces con la denominación de la firma y otras de personas- hasta un total que se acerca al medio centenar. A la cabeza por supuesto está Construcciones Sanle, propiedad de otro de los detenidos, Manuel Santiso, pero también otras, muchas de ellas de Lugo, pero también de fuera. Tienen en común que no son grandes empresas y que uno de sus principales sustentos es la contratación pública. Según los propios cálculos de Fernández Liñares, en ambas etapas profesionales en Lugo y Ourense pudo haber recibido varios cientos de miles de euros de estas empresas, aunque esta cifra es difícil de cuantificar.
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