Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

domingo, 30 de septiembre de 2012

LAS JUEZAS VEN CONEXIONES EN LAS TRAMAS POKÉMON, CARIOCA Y CAMPEÓN
Una treintena de contratistas serán citados a declarar por la jueza en los próximos días

Xosé Carreira / la voz 
30 de septiembre de 2012

«Lo único que no pasa en Lugo es el AVE». Esta frase es de uno de los agentes que trabaja para las dos juezas que ahora mismo son el azote de la gran trama de corrupción que operaba en la provincia de Lugo. Tanto Pilar de Lara como Estela San José, encargadas de la Carioca, la Pokémon, la Campeón y la Rei, aprecian conexiones entre todas ellas. El escándalo es de tales dimensiones y calado que salpica a políticos, miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, organismos públicos y hasta el estamento judicial.

Es impredecible hasta dónde puede llegar la Pokémon. Algunas fuentes aseguran que la jueza que la dirige recibe diariamente múltiples comunicaciones de ciudadanos que aportan datos. Todo apunta que Pilar de Lara sigue una apretada hoja de ruta, en la que había inicialmente más de 40 imputados, porque así lo había planteado el equipo de la Agencia Tributaria que hacía las investigaciones. Pero la lista crece como la espuma. Ya figuran en ella una treintena de contratistas que supuestamente no dudaban en pagar sobornos para lograr adjudicaciones. Pero, a mayores, es casi seguro que habrá una nueva ronda de declaraciones con alguno de los detenidos clave. No sería ninguna sorpresa que Francisco Fernández Liñares, encarcelado en Monterroso, volviese al juzgado para aportar más información. Todo dependerá de lo que le aconseje su nuevo abogado y de su estado anímico entre rejas.

Dicen que la jueza De Lara fue de sorpresa en sorpresa durante la Carioca, operación contra la prostitución en clubes de alterne que se abrió en octubre del 2009. Primero vio el presunto entramado en torno a algunos burdeles y luego se encontró con lo que ahora algunos denominan la tripleta lucense: Francisco Fernández Liñares, Javier Reguera, encargado de la ORA, y el empresario Manuel Santiso González. Por aquel entonces ya detuvo a los dos últimos por sus vinculaciones con el centro de actuaciones de uno de los grupos operativos, el Queens.

A Liñares, sin embargo, lo dejó a sus anchas. La jueza ya supo, por aquel entonces, cuestiones sobre sus andanzas, pero no reunió toda la materia como para proceder a su detención. Por eso encargó la intervención de teléfonos y una investigación más profunda. En la Carioca, Liñares ya salía referido en diversas declaraciones protagonizando cocidos y otras comidas, algunas con fines presumiblemente ilícitos.

La jueza esperó acontecimientos y hace dos años, en agosto, Jorge Dorribo, el cerebro de la Campeón, agobiado por estar en la cárcel, envió un recado a la jueza Estela San José. «Quiero hablar», le dijo. Habló tanto que viendo sus constantes idas y venidas al juzgado después de quedar libre parece como si le hubiese cogido afición.

En una de sus declaraciones le dijo: «Quiero hablar de Francisco Félix Fernández Liñares. A través de la Hidrográfica, según me contó X, concedió un concurso bajo pago de comisiones a X».

Ese detalle fue incorporado a la investigación que ya había encargado De Lara Cifuentes. Por entonces, sus investigadores ya sospechaban que desde la Hidrográfica se podrían estar dando adjudicaciones bajo soborno. Y no solo eso. Ya tenían pistas de que Javier Reguera podía ser un testaferro de Liñares (ahora con el avance de la investigación, parece que no lo sería en la proporción que se pensaba porque el de los aparcamientos se movería perfectamente en callejuelas complicadas). También seguían los movimientos de Manuel Santiso, responsable de una empresa que, desde hace muchos años, logró múltiples contratos del Concello de Lugo.

En Lugo hubo algún momento en el que imperó el síndrome del teléfono intervenido (ahora vuelve de nuevo). Pues, aun así, la tripleta comunicó y comunicó hasta el extremo de que los investigadores tuvieron momentos en los que no daban abasto porque salían a relucir alcaldes, empresarios, relojes, vinos, Ourense, sobres... Incluso circulaban de boca en boca una serie de personajes: O Cura, O Chino, O Puñales, O Garbancito... Todo era un gran horno en el que se cocían adjudicaciones variadas, pero especialmente relacionadas con una empresa con sede en Madrid, Vendex.

De las declaraciones realizadas, ya se sabe que Liñares pudo haber ingresado más de 250.000 euros en sobornos. La jueza, que recibió los informes de Vigilancia Aduanera pidiéndole que hiciera ya detenciones, apreció que relojes de oro eran moneda de pago; que las comisiones pudieron llegar al 20 % y que quienes promovían los pagos veían la actividad como normal. «Si no fuera así, nadie conseguiría contratos», dijo en algún momento el jefe de Vendex. La investigación continúa.

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