LA OPERACIÓN CARIOCA DESTAPA UNA TRAMA CON 28 EMPRESAS FANTASMAS
Apenas tenían actividad y 13 de ellas fueron vendidas por 1.300 euros cada una a otro de los imputados en la operación
Apenas tenían actividad y 13 de ellas fueron vendidas por 1.300 euros cada una a otro de los imputados en la operación
Xosé Carreira / la voz
2 de enero de 2013
El equipo del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que trabaja para la operación Carioca, abierta para desmantelar varios negocios de prostitución lucenses que supuestamente contaban con el respaldo de miembros de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, descubrió una red de 28 empresas presuntamente fantasmas vinculadas con un empresario relacionado con el mundo de la prostitución. Apenas tenían actividad y 13 de ellas fueron vendidas por 1.300 euros cada una a otro de los imputados en la operación que dirige la jueza lucense Pilar de Lara Cifuentes.
Los investigadores comprobaron que a nombre de J.G.V. fueron creadas numerosas empresas en un corto espacio de tiempo. Entre diciembre del 2005 y junio del 2006 aparecieron constituidas un total de 17 en las que el citado figura como socio o partícipe.
Según el SVA, este hombre vendió a C.A.V., imputado en la operación Carioca, 13 de las firmas por un importe de 1.300 euros cada una. «Esta circunstancia certifica que el valor de las empresas es casi nulo y que la razón de su creación no obedece a razones lógicas de comercio», se explica en el informe.
El proceso de creación de estas empresas está siendo investigado dentro del marco de una operación denominada Troita, desarrollada principalmente por un juzgado de Lugo. Se trata de unas diligencias del año 2006.
En alguna de las firmas figura, con porcentajes de hasta el 40 %, una mujer que en su día declaró a la jueza que la engañaron porque, según dijo, la implicaron en el negocio sin haber hecho ningún tipo de aportación económica y sin saber que formaba parte del organigrama de las firmas.
El SVA relaciona al empresario investigado con varios clubes de alterne. Comenzó siendo encargado del club Scorpio de Lugo, y después, en el 2007, compró el Eclipse de Ribadeo por 350 millones de pesetas. Supuestamente no hizo los pagos que había estipulado con el vendedor y este lo recuperó. Ahora, el establecimiento tiene otro nombre. En su momento fueron practicadas en el mismo varias detenciones.
El equipo del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) que trabaja para la operación Carioca, abierta para desmantelar varios negocios de prostitución lucenses que supuestamente contaban con el respaldo de miembros de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, descubrió una red de 28 empresas presuntamente fantasmas vinculadas con un empresario relacionado con el mundo de la prostitución. Apenas tenían actividad y 13 de ellas fueron vendidas por 1.300 euros cada una a otro de los imputados en la operación que dirige la jueza lucense Pilar de Lara Cifuentes.
Los investigadores comprobaron que a nombre de J.G.V. fueron creadas numerosas empresas en un corto espacio de tiempo. Entre diciembre del 2005 y junio del 2006 aparecieron constituidas un total de 17 en las que el citado figura como socio o partícipe.
Según el SVA, este hombre vendió a C.A.V., imputado en la operación Carioca, 13 de las firmas por un importe de 1.300 euros cada una. «Esta circunstancia certifica que el valor de las empresas es casi nulo y que la razón de su creación no obedece a razones lógicas de comercio», se explica en el informe.
El proceso de creación de estas empresas está siendo investigado dentro del marco de una operación denominada Troita, desarrollada principalmente por un juzgado de Lugo. Se trata de unas diligencias del año 2006.
En alguna de las firmas figura, con porcentajes de hasta el 40 %, una mujer que en su día declaró a la jueza que la engañaron porque, según dijo, la implicaron en el negocio sin haber hecho ningún tipo de aportación económica y sin saber que formaba parte del organigrama de las firmas.
El SVA relaciona al empresario investigado con varios clubes de alterne. Comenzó siendo encargado del club Scorpio de Lugo, y después, en el 2007, compró el Eclipse de Ribadeo por 350 millones de pesetas. Supuestamente no hizo los pagos que había estipulado con el vendedor y este lo recuperó. Ahora, el establecimiento tiene otro nombre. En su momento fueron practicadas en el mismo varias detenciones.
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