Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

domingo, 1 de diciembre de 2013

UN IMPUTADO RECLAMA QUE NO SE APARTE DE LA POKÉMON A LA JUEZA PILAR DE LARA
Su abogado presentó un incidente de nulidad contrario al de Orozco, que quiere alejar de la instrucción a la magistrada

Xosé Carreira / la voz  
01 de diciembre de 2013

La operación Pokémon, una de las investigaciones más profundas contra la corrupción política en Galicia, está generando unos movimientos procesales que provocan momentos de gran suspense. A estas alturas está por decidir si dejan a la jueza seguir investigando, si tiene que abandonar, si se anula todo, si se anula una parte... Y todo este papelón lo tiene la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Lugo, que sorprendió a los abogados del caso aceptando al defensor del alcalde de Lugo un denominado «incidente de nulidad», cuando no podía hacerlo, según lo expresado por varios letrados.

Si todo estaba enrevesado, ahora aún lo está más, porque el abogado asturiano Fernando Barutell, que defiende a uno de los imputados -un socio de la empresa a la que el Concello de Lugo le concedió el servicio de grúa municipal-, acaba de presentar otro «incidente de nulidad» pero en sentido inverso al promovido por el alcalde de Lugo, López Orozco. El regidor no está de acuerdo con la decisión de la Audiencia de alejar a la magistrada de una pieza separada relacionada con el empresario Miguel García-Gesto. Plantea que De Lara tiene que apartarse de toda la instrucción.

Pues bien, el letrado asturiano promueve que Pilar de Lara se quede con toda la Pokémon, incluyendo el trozo que afecta al aludido industrial y que involucra directamente a Orozco. Este «incidente de nulidad de actuaciones» ya fue presentado ante la Audiencia.

Ahora empieza el suspense. Parece lógico que si el tribunal aceptó (indebidamente, según varios abogados) el «incidente» que presentó el letrado de Orozco, acepte también el del imputado asturiano. De hacerlo, tendrá que decidir, en primer lugar, si los da por buenos ambos. De ser así, ver qué hacer. ¿Dejar las cosas como están? ¿Echar a Pilar de Lara de la Pokémon? ¿Que se quede con todo, menos con una parte? ¿Anular todo? ¿Anular una parte? Más incógnitas, imposible.

Fernando Barutell, en su incidente procesal, antagónico del de Orozco, explica que la Audiencia de Lugo no estuvo acertada a la hora de concederle a la magistrada Pilar de Lara el «estatus de víctima» tras un incidente nocturno en el que la involucró el empresario Miguel García-Gesto, al que investigaba. Este, una noche, presuntamente la amenazó.

A raíz de ese incidente, el alto tribunal de Lugo entendió que la jueza no debía seguir con su tarea con respecto a García-Gesto. «De Lara, procesalmente no es víctima ni denunciante y el estatus otorgado carece de toda lógica procesal. La Audiencia hizo una interpretación cuasi filosófica de la figura de la víctima», apunta el letrado.

En el documento, el abogado que defiende a un asturiano imputado recuerda que «el legislador, acertada y afortunadamente, no incluyó entre los motivos de recusación el caso que nos ocupa, ya que de haberlo hecho, la posibilidad [...] de eliminar a cualquier miembro de la judicatura sería tan simple y sencilla como lo hecho por el señor García-Gesto y me remito a los documentos policiales y judiciales [...] que de su lectura se infiere lo esperpéntico de lo ocurrido».

Apunta el letrado que «por desgracia para los ciudadanos de bien, en este país [...] es público y notorio ver a terroristas intimidar y violentar a los jueces y magistrados ante los que comparecen o los juzgan». A modo de ejemplo dice que «resulta muy ilustrativo» que uno de los imputados, Iñaki Bilbao, amenazase al presidente de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, con pegarle tiros y también amenazase a Baltasar Garzón. «Ambos magistrados continuaron. El primero, juzgando la causa, y el segundo, instruyéndola, y a la defensa de Iñaki Bilbao no se le ocurrió promover la recusación de los magistrados».

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