LIÑARES ERA EL QUE TENÍA EL CONTROL DE LA GRÚA, SEGÚN ALGUNOS TESTIGOS
Aportación de 1.000 euros de cada socio para un regalo a un político
Aportación de 1.000 euros de cada socio para un regalo a un político
d.cela/s.varela/e.g.souto / la voz
01 de febrero de 2014
Uno de los testimonios claves en el sumario es el del asturiano José Luis Álvarez Álvarez, ex socio de Cechalva, quien asegura que Javier Manuel Reguera le confesó que Liñares tenía el control de la empresa de la grúa, al igual que de la mayor parte de las empresas que gestionaban servicios municipales.
El testigo relata que tras conseguir la concesión de la grúa, los socios de Cechalva tuvieron que hacer un desembolso de 1.000 euros cada uno «para la realización de un regalo a un determinado político municipal». Álvarez señaló también que fue Reguera el que impuso la condición «indispensable para conseguir la concesión de la grúa de pagar todos los meses dos mil euros al alcalde». Señaló que Reguera se encargaba todos los meses de separar los 2.000 euros «que decía eran para el alcalde».
Reguera, según el mismo testigo, se encargaba directa y personalmente de dirigir y organizar el servicio de grúa y de solucionar los problemas, al igual que de negociar el reparto del capital. Figura, sin embargo, como socio su cuñado Demetrio Arias.
El mismo testigo hace referencia a que Cechalva inflaba los gastos de la empresa a través de facturas falsas, que le facilitaban algunos conocidos empresarios de gasolineras, de recambios y de talleres. La adjudicataria de la grúa llevaba, según el exsocio, una doble contabilidad.
Javier Manuel Reguera, según Álvarez, alardeaba de que la nueva concesionaria de la ORA, de la que era encargado, iba a ser Doal.
Conexión con la Carioca
El sumario hace referencia en numerosas ocasiones a la conexión entre Reguera y Manuel Santiso, de Construcciones Sanle con el dueño del club de alterne Queens, José Manuel García Adán, principal imputado en la operación Carioca. Reguera fue investigado al constatar que ayudaba a García Adán a solucionar algunos problemas administrativos. Trataban de determinar si el inmenso patrimonio que tenía podría proceder del blanqueo de capitales, tanto propios como ajenos.
En las actuaciones se hace referencia también a que diversos testimonios vinculan a Liñares, el exconcejal, con la propiedad de la finca y del local en el que se asentaba el Queens y que Reguera era su «hombre de paja».
Uno de los testimonios claves en el sumario es el del asturiano José Luis Álvarez Álvarez, ex socio de Cechalva, quien asegura que Javier Manuel Reguera le confesó que Liñares tenía el control de la empresa de la grúa, al igual que de la mayor parte de las empresas que gestionaban servicios municipales.
El testigo relata que tras conseguir la concesión de la grúa, los socios de Cechalva tuvieron que hacer un desembolso de 1.000 euros cada uno «para la realización de un regalo a un determinado político municipal». Álvarez señaló también que fue Reguera el que impuso la condición «indispensable para conseguir la concesión de la grúa de pagar todos los meses dos mil euros al alcalde». Señaló que Reguera se encargaba todos los meses de separar los 2.000 euros «que decía eran para el alcalde».
Reguera, según el mismo testigo, se encargaba directa y personalmente de dirigir y organizar el servicio de grúa y de solucionar los problemas, al igual que de negociar el reparto del capital. Figura, sin embargo, como socio su cuñado Demetrio Arias.
El mismo testigo hace referencia a que Cechalva inflaba los gastos de la empresa a través de facturas falsas, que le facilitaban algunos conocidos empresarios de gasolineras, de recambios y de talleres. La adjudicataria de la grúa llevaba, según el exsocio, una doble contabilidad.
Javier Manuel Reguera, según Álvarez, alardeaba de que la nueva concesionaria de la ORA, de la que era encargado, iba a ser Doal.
Conexión con la Carioca
El sumario hace referencia en numerosas ocasiones a la conexión entre Reguera y Manuel Santiso, de Construcciones Sanle con el dueño del club de alterne Queens, José Manuel García Adán, principal imputado en la operación Carioca. Reguera fue investigado al constatar que ayudaba a García Adán a solucionar algunos problemas administrativos. Trataban de determinar si el inmenso patrimonio que tenía podría proceder del blanqueo de capitales, tanto propios como ajenos.
En las actuaciones se hace referencia también a que diversos testimonios vinculan a Liñares, el exconcejal, con la propiedad de la finca y del local en el que se asentaba el Queens y que Reguera era su «hombre de paja».
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