Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

jueves, 13 de febrero de 2014

SANTISO NIEGA HABER DADO 20.000 EUROS A LIÑARES COMO ESTE AFIRMA
«Allí cogía dinero todo el mundo», dice el socio de Cechalva y gerente de Sanle

Laura López / La Voz  
13 de febrero de 2014

La declaración del imputado Manuel Santiso -gerente de Sanle y uno de los socios de Cechalva, la empresa adjudicataria del servicio de la grúa de Lugo- ante la jueza Pilar de Lara, desvela datos sobre la contabilidad de la gestión del servicio de la grúa y sobre cómo se logró su adjudicación. Santiso reconoce descontrol en las cuentas, aunque dice que solo en los primeros años, cuando el encargado era José Luis Álvarez. Sin embargo, niega haber pagado nada a Francisco Fernández Liñares o a cualquier otro político o funcionario, a pesar de que el exconcejal de Facenda afirmó haber recibido unos 20.000 euros de Santiso en tres o cuatro mensualidades. Este dinero era supuestamente para que intercediese en la adjudicación de obras de la Confederación y de la gestión de la grúa.

La magistrada también sacó a relucir del diario de caja del 2008 recibos mensuales de pagos en los que consta como concepto xxx, de unos 2.000 euros, algo que Santiso no supo explicar. También negó que Cechalva tuviese una caja B, a pesar de que después él mismo reconoció su firma en un recibo en el que consta «he recibido 1.000 euros de la caja B».

Según relata Santiso, en los primeros años de gestión de la grúa, mientras era José Luis Álvarez el encargado, «había tal descontrol que allí cogía dinero todo el mundo (...) Aquello fue una locura todo (...) Yo tengo una empresa desde hace 23 años, no podía estar con toda esta jauría que me volvían loco».

La jueza insiste en preguntarle si se hacían pagos en metálico o en forma de regalos a políticos o funcionarios, algo que niega rotundamente, aunque acaba aclarando que pudo haber enviado alguna cesta de Navidad. También incide De Lara en las facturas falsas. Santiso niega que existan esos documentos, pero la jueza le pregunta por qué entonces varias empresas lo llamaron para preguntarle si le interesaban facturas falsas. El objetivo sería así repartirse cantidades del IVA.

Lo que sí reconoce Santiso son pagos regulares a Javier Reguera -encargado ahora de la ORA-, según dijo, para que se los diese Demetrio Arias, cuñado de Reguera, no para Liñares u otro político. Según le mostró la jueza, uno de los documentos en los que constan esos pagos apareció en casa de Liñares, y este dijo que se lo había dado Reguera de parte de Santiso, algo que este negó. Demetrio Arias entró en Cechalva, según Santiso, por indicación de Reguera. Llega a tener el capital mayoritario y Santiso reconoce haberle prestado 20.000 euros, pero finalmente lo cesan y quedan como administradores Jorge Pío Cecchini y Santiso. ¿Por qué cambiaron tantas veces las participaciones?, se pregunta la jueza: «Señoría, quisiera que estuviese usted allí, aquello era una casa de locos».

Llamada de Orozco

En cuanto a su relación con el alcalde, José López Orozco, dice que es mínima, aunque reconoce que lo llamó una vez para preguntarle si tendría algún puesto de trabajo para un persona que tenía necesidades.

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