TUTOR A REGUERA: «YA LLEGÓ EL AS COLOR»
Javier Reguera relata cómo eran los pagos a Liñares y que hubo regalos a Orozco y otros políticos
Javier Reguera relata cómo eran los pagos a Liñares y que hubo regalos a Orozco y otros políticos
Suso Varela / la voz
13 de febrero de 2014
Javier Reguera se enfrenta a numerosos delitos: cohecho, falsedad documental, tráfico de influencias, violación de secreto y blanqueo de capitales. En sus casi cinco horas de declaración ante la jueza Pilar de Lara mostró numerosas evasivas pero también recalcó varios conceptos, entre ellos cómo entregaba el dinero a Liñares y que nunca vio ni sabe de alguien que le diese dinero al alcalde.
Reguera confirma cómo eran los pagos de 3.500 euros mensuales a Liñares por parte de Vendex, cuando este ya no era concejal, aunque sí como posible gratificación por la adjudicación del servicio de la ORA a Doal. Reguera niega haber recibido dinero de los citados sobres, «salvo mil o dos mil euros que me dio Paco en agradecimiento». Las entregas las hacía el propio Reguera o personalmente venía desde A Coruña José María Tutor, delegado de Vendex en Galicia. La jueza le pregunta si Vendex pagaba a alguien más que a Liñares y Reguera dice que no. La entrega del dinero la relata Reguera, que se refiere al aviso que le llegaba por parte de Tutor: «Me decía, ?ya llegó el As color?». Y luego, llamaba a Liñares para decirle: «Por onde andas» y le respondía, según indicó Reguera: «Estou por debaixo».
Las palabras en clave le jugaron una mala pasada una vez que hizo de intermediario el sobrino de Reguera e hijo de Demetrio Arias, que llegó a llamar a Liñares y le dijo: «Soy Jorge de Monforte y tengo que ir a arreglar las puertas», a lo que el exconcejal le respondió que no sabía nada de ese asunto.
El dinero venía por mensajería desde Madrid, «en sobres plastificados, envueltos en cinta adhesiva y con unas cruces». Si habría retrasos en los pagos Liñares protestaba e insinuaba: «Estos parece que se olvidan».
Incluso, Reguera llegó a hablar de regalos: «Por lo que me comentaban, a través de mensajería y desde A Coruña, venían regalos para el concejal, para Paco y para Orozco», pero dijo desconocer qué tipo de agasajos eran.
Reguera también explica cómo fue la famosa comida en Zalacaín, en Madrid, donde se reunieron Tutor, Gervasio, Liñares y él mismo. En esa comida, Reguera señala ante la jueza que puede ser que se tratase la ampliación de las plazas de la ORA, en un momento en el que Liñares ya no estaba en el gobierno municipal. Dice que no lo sabe seguro porque en un momento Tutor le pide que se ausente en los postres por espacio de media hora.
Lo que sí constató la jueza fue que Reguera llegó a enviar por fax a Tutor un borrador de la ordenanza que iba a ampliar la ORA. En el citado documento, al parecer, Reguera indica que pudo participar Manuel García Ferreiro, funcionario. Incluso, apunta, cuando hubo sentencias que anularon la adjudicación a Doal, Liñares pudo interceder en el comité de expertos que tenía que valorar nuevamente la ORA.
Javier Reguera se enfrenta a numerosos delitos: cohecho, falsedad documental, tráfico de influencias, violación de secreto y blanqueo de capitales. En sus casi cinco horas de declaración ante la jueza Pilar de Lara mostró numerosas evasivas pero también recalcó varios conceptos, entre ellos cómo entregaba el dinero a Liñares y que nunca vio ni sabe de alguien que le diese dinero al alcalde.
Reguera confirma cómo eran los pagos de 3.500 euros mensuales a Liñares por parte de Vendex, cuando este ya no era concejal, aunque sí como posible gratificación por la adjudicación del servicio de la ORA a Doal. Reguera niega haber recibido dinero de los citados sobres, «salvo mil o dos mil euros que me dio Paco en agradecimiento». Las entregas las hacía el propio Reguera o personalmente venía desde A Coruña José María Tutor, delegado de Vendex en Galicia. La jueza le pregunta si Vendex pagaba a alguien más que a Liñares y Reguera dice que no. La entrega del dinero la relata Reguera, que se refiere al aviso que le llegaba por parte de Tutor: «Me decía, ?ya llegó el As color?». Y luego, llamaba a Liñares para decirle: «Por onde andas» y le respondía, según indicó Reguera: «Estou por debaixo».
Las palabras en clave le jugaron una mala pasada una vez que hizo de intermediario el sobrino de Reguera e hijo de Demetrio Arias, que llegó a llamar a Liñares y le dijo: «Soy Jorge de Monforte y tengo que ir a arreglar las puertas», a lo que el exconcejal le respondió que no sabía nada de ese asunto.
El dinero venía por mensajería desde Madrid, «en sobres plastificados, envueltos en cinta adhesiva y con unas cruces». Si habría retrasos en los pagos Liñares protestaba e insinuaba: «Estos parece que se olvidan».
Incluso, Reguera llegó a hablar de regalos: «Por lo que me comentaban, a través de mensajería y desde A Coruña, venían regalos para el concejal, para Paco y para Orozco», pero dijo desconocer qué tipo de agasajos eran.
Reguera también explica cómo fue la famosa comida en Zalacaín, en Madrid, donde se reunieron Tutor, Gervasio, Liñares y él mismo. En esa comida, Reguera señala ante la jueza que puede ser que se tratase la ampliación de las plazas de la ORA, en un momento en el que Liñares ya no estaba en el gobierno municipal. Dice que no lo sabe seguro porque en un momento Tutor le pide que se ausente en los postres por espacio de media hora.
Lo que sí constató la jueza fue que Reguera llegó a enviar por fax a Tutor un borrador de la ordenanza que iba a ampliar la ORA. En el citado documento, al parecer, Reguera indica que pudo participar Manuel García Ferreiro, funcionario. Incluso, apunta, cuando hubo sentencias que anularon la adjudicación a Doal, Liñares pudo interceder en el comité de expertos que tenía que valorar nuevamente la ORA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario