Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

domingo, 29 de mayo de 2011

ASCENSO Y CAÍDA DE UNO DE LOS EMPRESARIOS MÁS ENVIDIADOS
A Dorribo le costó encumbrarse en la sociedad lucense y durante mucho tiempo fue considerado un advenedizo


lugo
la voz 29/5/2011

A Jorge Dorribo le costó un gran esfuerzo escalar en la pirámide social lucense para encumbrarse. Tuvo que ir paso a paso y aguantar en los primeros tiempos algunos desplantes y desprecios porque en el entorno en el que trataba de moverse no tenía padrinos por su falta de pedigree. Consiguió uno, que le abrió el camino, el ex presidente de la Diputación, Francisco Cacharro Pardo, que creyó en su capacidad para los negocios, aunque alguna de las ideas que manejaba no se ajustaran a los cánones preestablecidos.

Su relación con Cacharro le sirvió para tirar hacia adelante y fotografiarse con conselleiros del ramo de Economía y de Industria de todos los gobiernos en sus instalaciones de O Ceao. Primero lo hizo con Yuste y después con Fernando Blanco, en cuya etapa la Xunta concedió más de 1,5 millones de euros a Laboratorios Asociados Nupel. Los datos de lo que recibieron o le concedieron a las otras empresas vinculadas con Dorribo, tanto en el bipartito como en la actual Xunta no los facilitaron.

Dorribo a la hora de tejer su telaraña no reparó en ideologías políticas. Se relacionó bien con el PP, con el BNG y tampoco tuvo problemas para arrimarse al Gobierno Central. De hecho, fue uno de los promotores del homenaje a José Blanco, promovido por la CEL y al que también asistió el ministro de Justicia Francisco Caamaño.

El empresario se fue tejiendo a lo largo de los años una red de contactos y amistades, con políticos y empresarios, que fue engordando con el paso del tiempo y que le abrieron las puertas de la CEL y que estuvieron a punto de hacerlo con la Cámara de Comercio. En algún momento se llegó a hablar de que Alfredo Mosteirín había pensado en él para relevarlo en la presidencia de la organización.

El exilio andorrano

Dorribo, que dejó enemigos en el camino, se codeó e hizo negocios con empresarios y profesionales de prestigio de la provincia, cuya relación está ahora cuestionada. Creó una sociedad en un semiparaíso fiscal, Andorra, al que pretendía trasladar su actividad y donde residía parte de la semana en un piso alquilado. Para crear el proyecto andorrano recabó el apoyo de capital lucense. Y consiguió el de algún importante empresario, que en estos momentos podrían estar arrepentidos del paso dado. La investigación judicial está centrada, por el momento, en las ayudas públicas a las empresas de Dorribo, pero no se descarta en algún momento el punto de mira sea la sociedad andorrana.

Se sabe que la operación Campeón no está cerrada y que la jueza llamará a declarar a más personas vinculadas con el empresario que se encuentra en prisión.

Si bien el ascenso de este empresario que empezó vendiendo cazadoras de piel fue lento, la caída va en picado. Muchos de los que compartieron mesa, mantel y que mantuvieron relaciones en el ámbito de los negocios con él, lo denunciaron para poder cobrar las deudas que tiene pendientes. El rosario de acreedores ávidos de cobrar es más amplio que el de amigos.

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