La Voz 14/2/2010
La declaración de Javier Álvarez en la Guardia Civil de Lugo se hizo en dos sesiones, según informaron diversas fuentes. El ex empresario advirtió de que se sentía amenazado, no solo él sino también su familia y, por eso, expresó a los agentes que necesitaba protección. También expuso que había recibido varias llamadas telefónicas amenazantes para que se abstuviese de hacer comentarios o para que dejase de ir a la Guardia Civil.
De acuerdo con algunas versiones, el ex empresario de la noche comentó a los agentes que él se consideraba como la persona que puso al descubierto la presunta trama, aunque ello le supuso una condena de cárcel, sin embargo ahora, pasados, nada menos que nueve años, parece que la supuesta corrupción empieza a conocerse.
Álvarez parece que no anduvo con demasiados rodeos a la hora de hablar, ya que incluso parece que dio a conocer lo que para él fueron las claves que sirvieron a la justicia lucense para condenarlo por aquella denuncia.
Ahora queda por saber qué es lo que puede ocurrir tras su extensa declaración. En algunos círculos se comentaba esta semana que del análisis de las mismas es posible que sean llamados a declarar más guardias, algunos de ellos de Sarria o vinculados al cuartel de esta localidad.
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