Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

lunes, 6 de junio de 2011

EL CABO DETENIDO EN LA CARIOCA TUVO MÁS PODER TRAS SER DENUNCIADO
Asumió la responsabilidad del EMUME, según quienes lo denunciaron


Xosé Carreira
La Voz / 6/6/2011

El cabo que motivó la cadena de imputaciones de mandos de la Guardia Civil de la comandancia de Lugo en el marco de la operación Carioca parece que no solo llegó a tener más poder a raíz de ser denunciado a nivel interno por dos de sus compañeras, sino que, incluso, pasó a ser el responsable del Equipo de Mujer Menor (EMUME). Así lo explicaron dos agentes en un escrito que redactaron para comunicar a los mandos el comportamiento, presuntamente irregular, del agente en asuntos relacionados con la prostitución.

Este documento fue el que originó que la jueza empezase a tirar del hilo hasta detener a dos agentes e imputar a numerosos miembros del instituto armado. El último en recibir la comunicación, hace solo unos días, fue el teniente coronel Gonzalo Borrás, jefe de la comandancia lucense. Otro de los implicados recientemente por la magistrada fue el ex comisario Maximino Losada, que estuvo al frente de la comisaría lucense hasta hace pocos días.

Las guardias efectúan un pormenorizado relato de hechos relativo a las actitudes del cabo que fue detenido en la operación y que pasó más de un año encarcelado. En la parte final del documento destacan que, a pesar de informar verbalmente a la superioridad de lo que estaba sucediendo, el agente tenía cada vez más autonomía e independencia a la hora de realizar sus tareas. Incluso pasó a ser el responsable del EMUME con dedicación exclusiva, según significaron las firmantes del escrito, a las que les resultaba chocante este cometido cuando su compañero no tenía, dicen, titulación de especialista en cuestiones de mujeres y menores.

El que se convertiría con el paso del tiempo en uno de los escritos claves dentro de la operación Carioca data del 4 de junio del año 2005, que no entró en la vía judicial hasta cinco años después. En ese tiempo parece que pasó por varias manos dentro de la Comandancia e incluso, según algunas fuentes, llegó a las altas esferas del instituto armado que habrían encargado una investigación a los servicios de asuntos internos. Todo reventó cuando la jueza De Lara lo conoció.

Llamada de una «madame»

El documento refiere que el cabo Armando Lorenzo pidió, con motivo de una redada, que se aceptase a dos prostitutas en un piso de acogida del Servicio da Muller del Ayuntamiento de Lugo. El mismo día en que efectuaban el ingreso habría realizado comentarios machistas ante las trabajadoras del piso diciéndoles además a las chicas que no había problema para que siguieran ejerciendo la prostitución y que, al día siguiente, acudiría alguien para llevarlas a otro sitio. Así lo reflejaron las guardias en el documento.

Las mujeres estuvieron en el piso una semana, hasta que las llamó una madame. Las responsables del inmueble, asombradas por quién habría dado un número de teléfono confidencial, no la atendieron. Fue después el cabo quien, supuestamente, las llamó para pedir que llevasen a las acogidas a otro lugar que no especificó. Tampoco le hicieron caso y él, supuestamente mandó un taxi para recogerlas. Estas maniobras motivaron que las empleadas del piso advirtieran a sus jefes de que los servicios sociales no estaban para financiar prostitución.

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