LAS QUEJAS POR LAS ACTIVIDADES DEL CABO ARMANDO TAMBIÉN LLEGARON A MADRID
La Voz 8/6/2011
Las quejas por las actividades presuntamente irregulares del cabo Armando también llegaron a las altas esferas de la Guardia Civil de Madrid. Fueron transmitidas a la jefatura del servicio de información poco después de ser entregado el escrito que elaboraron dos guardias y que presuntamente dieron traslado al mando que era responsable del Emume.
El 9 de agosto de 2005, la citada jefatura de información dio traslado de la queja al teniente coronel José Herrera, que era el responsable de la comandancia lucense y, al mismo tiempo al servicio de asuntos internos de la Guardia Civil. A partir de ese momento no se volvió a saber nada más de las quejas, hasta que finalmente se enteró la jueza Pilar de Lara.
El informe enviado al jefe de la comandancia de Lugo y asuntos internos decía que existía la constancia de que la abogada del programa de inmigrantes de Cáritas de Lugo preparaba un escrito para dar cuenta de irregularidades que había detectado en relación al cabo primero con destino en la unidad de policía judicial de la comandancia lucense. Seguidamente, el redactor del documento hacía un resumen de las mismas.
En primer lugar referenciaba que las chicas que el agente remitía al programa de Cáritas solían llegar convencidas de que con la denuncia presentada automáticamente adquirían la condición de testigos protegidas, lo que les posibilitaba regular su situación en el país.
El segundo punto hacía referencia a que una de las mujeres, que ocupó un piso de agotada, manifestó un gran temor hacia el cabo primero y comentó que la «madame» de un club la amenazaba diciendo que si dejaba de trabajar en el mismo llamaría al jefe de extranjería de la Guardia Civil.
Dice el informe que muchas de las chicas que pasaban por los pisos de acogida volvían a ejercer la prostitución en otros clubes que les recomendaba el cabo primero. Repara también el documento en que el teléfono del servicio de acogida, que teóricamente solo debía tener la Guardia Civil y las trabajadoras, lo consiguió una «madame» que llamó en una ocasión por alguna chica.
Asimismo, recogía el documento que el agente denunciado fue motivo de informaciones periodísticas en los años 2001 y 2003 por sus presuntas relaciones y por denuncias por coacciones de las cuales salió absuelto.
Cabe recordar que el ex empresario de la noche Javier Álvarez, conocido por el Alemán denunció las actitudes del guardia y fue él quien acabó condenado por injurias.
La Voz 8/6/2011
Las quejas por las actividades presuntamente irregulares del cabo Armando también llegaron a las altas esferas de la Guardia Civil de Madrid. Fueron transmitidas a la jefatura del servicio de información poco después de ser entregado el escrito que elaboraron dos guardias y que presuntamente dieron traslado al mando que era responsable del Emume.
El 9 de agosto de 2005, la citada jefatura de información dio traslado de la queja al teniente coronel José Herrera, que era el responsable de la comandancia lucense y, al mismo tiempo al servicio de asuntos internos de la Guardia Civil. A partir de ese momento no se volvió a saber nada más de las quejas, hasta que finalmente se enteró la jueza Pilar de Lara.
El informe enviado al jefe de la comandancia de Lugo y asuntos internos decía que existía la constancia de que la abogada del programa de inmigrantes de Cáritas de Lugo preparaba un escrito para dar cuenta de irregularidades que había detectado en relación al cabo primero con destino en la unidad de policía judicial de la comandancia lucense. Seguidamente, el redactor del documento hacía un resumen de las mismas.
En primer lugar referenciaba que las chicas que el agente remitía al programa de Cáritas solían llegar convencidas de que con la denuncia presentada automáticamente adquirían la condición de testigos protegidas, lo que les posibilitaba regular su situación en el país.
El segundo punto hacía referencia a que una de las mujeres, que ocupó un piso de agotada, manifestó un gran temor hacia el cabo primero y comentó que la «madame» de un club la amenazaba diciendo que si dejaba de trabajar en el mismo llamaría al jefe de extranjería de la Guardia Civil.
Dice el informe que muchas de las chicas que pasaban por los pisos de acogida volvían a ejercer la prostitución en otros clubes que les recomendaba el cabo primero. Repara también el documento en que el teléfono del servicio de acogida, que teóricamente solo debía tener la Guardia Civil y las trabajadoras, lo consiguió una «madame» que llamó en una ocasión por alguna chica.
Asimismo, recogía el documento que el agente denunciado fue motivo de informaciones periodísticas en los años 2001 y 2003 por sus presuntas relaciones y por denuncias por coacciones de las cuales salió absuelto.
Cabe recordar que el ex empresario de la noche Javier Álvarez, conocido por el Alemán denunció las actitudes del guardia y fue él quien acabó condenado por injurias.
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