Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

martes, 30 de octubre de 2012

«GROSERAS IRREGULARIDADES» SOBRE LA TRAMA DE LAS MULTAS DE LUGO, DICE LA JUEZA
Dice la instructora que en uno de los expedientes sancionadoras hay una carta con membrete «de un partido político» donde uno de los afiliados se dirige al subdelegado para que no le sea impuesta una sanción a una «compañera»

La Voz / 30 de octubre de 2012

La jueza del caso califica de «groseras irregularidades formales» las que se cometieron en la mayoría de los casos. Ni tan siquiera, recuerda, llegaron a atender los mandatos de la autoridad competente en la materia» ya que habiendo desestimado el correspondiente recurso el director general de Tráfico y constando la resolución del expediente, se ha sobreseído el mismo».

Dice la instructora que en uno de los expedientes sancionadoras hay una carta con membrete «de un partido político» donde uno de los afiliados se dirige al subdelegado para que no le sea impuesta una sanción a una «compañera» por entender que sería injusto. Este detalle, dice, evidencia que no solo el jefe de Tráfico sino otros cargos optaban por acudir a Jesús Otero («Agradeciéndole su preocupación») y no a Julio González.

Estela San José, destaca que Otero no puede invocar «preocupación generalizada por todos los ciudadanos» cuando muchos iban a él de parte de alguien. «Es más llamativo que la mayoría de los supuestos están relacionados con el mundo de la política o de la gestión pública».

Pero no siempre era el subdelegado del Gobierno el receptor de las peticiones. En otras ocasiones era el jefe provincial de Tráfico quien recibía las solicitudes. Entonces hacía sus anotaciones en los expedientes. Anotaba simplemente «TS», que significaba terminado por sobreseimiento, sin que se cumpliera trámite administrativo alguno. Con las anotaciones correspondientes en cada expediente, el siguiente paso era su archivo dejándolos prescribir «con lo que el particular no necesitaba de los cauces administrativos para la anulación de la sanción. Para ello, recuerda la jueza, González acudía a la propia jefatura de Tráfico dándoles, con esas anotaciones, instrucciones para el archivo.

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