Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

domingo, 29 de mayo de 2011

EL FRAUDE DE LAS AYUDAS DE LUGO PODRÍA AFECTAR A OTROS ORGANISMOS
Jorge Dorribo también pidió subvenciones a la Administración central


Xosé Carreira
La Voz 29/5/2011

Quienes destaparon en Lugo un fraude en subvenciones públicas sospechan que la acción presuntamente ilícita del empresario Jorge Dorribo, en prisión desde la noche del pasado miércoles, no se quedó únicamente en el Igape. Las investigaciones se encaminan, a mayores, a determinar si el encarcelado consiguió fraudulentamente de otros organismos, para su entramado de empresas, más dinero público y si realmente lo llegó a invertir o se lo quedó.

Dorribo es el protagonista de la denominada operación Campeón. La investigación fue bautizada así por agentes de Aduanas que, cuando empezaron a tirar del hilo y al ver algunas jugadas de este empresario lugués, se referían a él con frases como esta: «Este es un campeón».

Quienes se encargaron de seguir sus pasos comprobaron que el industrial siempre se las ideó para, aparentemente, mantener buenas relaciones con entidades de la Xunta de los distintos Gobiernos. Daba igual que estuviese el PP o el bipartito. El responsable de Nupel, la empresa que figura en la cúpula de la pirámide de industrias creadas por el detenido y su entorno, también pidió ayudas a organismos estatales.

La documentación obtenida en los registros permitirá saber a los responsables de la investigación hasta dónde pudo haber llegado con sus prácticas y si siguió las mismas pautas que en el Igape. Es decir, presentando facturas que presuntamente eran falsas y estaban hinchadas.

El empresario lucense, que planeó crear un chicle quitadolores suscribiendo un convenio con una universidad de Barcelona y una empresa de laboratorios con más de un siglo de experiencia, supuestamente llegó a utilizar una maqueta para simular una máquina de envasado en una de las empresas para la que pidió subvención. Ahora, con él en prisión, son múltiples las versiones que circulan sobre sus proyectos. Resulta imposible determinar si realmente son realidad o, por el contrario, simplemente eran humo.

En las pesquisas se buscan detalles que permitan saber si los proyectos para los que pidió subvenciones llegaron a ser revisados o, si por el contrario, nadie se preocupó por hacer comprobaciones. Incluso parece que existen grabaciones de conversaciones telefónicas en las que una persona le plantea a alguien próximo al empresario que este tiene que presentar documentos más creíbles, por lo menos para disimular un poco y dar una mínima apariencia de realidad.

Dorribo, en su declaración ante la jueza, dijo que quien tramitaba sus peticiones de ayudas presentó facturas irreales sobre proyectos que no estaban ejecutados. Justificó esta circunstancia en la necesidad de anticipar los plazos para poder percibir el dinero.

En los registros efectuados en las instalaciones de Nupel, el buque insignia de Dorribo, supuestamente aparecieron facturas que tenían marcas para indicar que eran falsas. En la investigación aparece, según algunas fuentes, la figura del denominado conseguidor. Se trataría de un intermediario, relacionado con la política, que posiblemente a cambio de cantidades de dinero influiría para que se aprobaran las ayudas.

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