Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

domingo, 25 de marzo de 2012

operación campeón

VARELA PIDIÓ A DORRIBO, A TRAVÉS DE UN AMIGO, QUE NO REVELARA SUS RELACIONES
El presidente de la Audiencia de Lugo intentó saber qué había contra él en el juzgado de Estela San José, que ha denunciado al CGPJ que el magistrado «falta a la verdad»


ANTONIO RUBIO / EL MUNDO
25/03/2012

José Antonio Varela Agrelo, presidente de la Audiencia Provincial de Lugo, ocultó en diciembre de 2011 que fuera miembro fundador del club Acción y Klasse. Después, el pasado 14 marzo, el magistrado denunció ante la Fiscalía de Lugo que fue extorsionado por Jorge Dorribo. Pero la persona que actuó de intermediario entre ambos ha reconocido a EL MUNDO que fue el propio juez quien le pidió que hiciera gestiones ante el propietario de laboratorios Nupel para que no revelara las relaciones de amistad y comerciales que mantenían desde hacia tiempo.

Ahora, la magistrada Estela San José ha elevado un escrito al Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG) y al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) denunciando que Varela «no duda en faltar a la verdad» y ha utilizado «de manera torticera» su cargo para intentar saber quién y qué imputaciones habían realizado contra su persona.

Toda esta complicada y rocambolesca historia comenzó el 8 de marzo, cuando el presidente de la Audiencia Provincial de Lugo tuvo conocimiento, extraoficialmente, de que el empresario Jorge Dorribo había hecho referencia a su persona en el sumario de la operación Carioca, que instruye la magistrada Pilar Lara; y que Jacques Songó, ex jugador del Depor, le había relacionado en el sumario de la operación Campeón -que instruye Estela San José- con una inversión económica en una empresa eólica de Camerún.

A partir de ahí, Varela recurrió a toda una serie de contactos y relaciones, entre los días 8 y 9, para que Dorribo se retractara de la versión que había dado en el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo. Esas gestiones no dieron sus frutos y Varela se planteó presentar una denuncia ante el juzgado de guardia, cuya titular era la magistrada San José.

El día 10 Varela avisó a esta juez de que iba a presentar una denuncia por extorsión. Al llegar al juzgado se retractó y dijo que sólo quería hablar con ella a nivel personal, sin testigos. El juez, según el escrito de San José al TSJG y al CGPJ, quería saber lo que Songó y Dorribo habían declarado sobre él y su participación en una empresa en Camerún.

Cuatro días más tarde, el 14 de marzo, Varela tuvo confirmación de que Dorribo había ratificado sus denuncias contra él ante la juez Pilar Lara. Entonces denunció por extorsión al dueño de laboratorios Nupel. El presidente de la Audiencia de Lugo presentó esa denuncia ante la Fiscalía de Lugo y no ante la juez San José, que ya había abierto unas diligencias el día 10, al saber que Varela llamó al juzgado de guardia para denunciar a Dorribo.

Dorribo había revelado que Varela fue su asesor legal en varios asuntos jurídicos, socio-inversor en una empresa eólica en Camerún (con un 12% de participación), que empleó a la hija del juez en su empresa, que ayudó a su yerno a montar una farmacia en Santiago, que financió al matrimonio Varela un viaje a París, con estancia, al parecer, en el famoso Hotel Crillón, y que realizó otros aportes económicos al magistrado.

Varela y Dorribo pertenecían a un selecto club gastronómico de Lugo, Acción y Klasse, donde se reunían para hacer negocios las fuerzas vivas de la ciudad y después algunos buscaban otros placeres. Varela aclaró a EL MUNDO, desde la Audiencia Provincial, que no era socio de esa sociedad. Más tarde, este medio demostró que no decía la verdad.

Cuando Varela supo que Jorge Dorribo había facilitado al Juzgado de Lugo detalles sobre sus relaciones personales y comerciales, se puso muy nervioso y buscó un intermediario para que el propietario de Nupel se retractara de sus revelaciones.

Varela acudió hasta un conocido de Dorribo y suyo que dirige una empresa en O Ceao, en Lugo, y también es socio fundador de Acción y Klasse. Varela pidió al amigo común que le dijera a Dorribo: «Piénsate lo que vas a decir, tengo familia y nunca te he hecho ningún mal».

El intermediario de Varela ha reconocido a EL MUNDO que el juez le telefoneó el 8 de marzo, que le indicó que le tenía que ver con urgencia y que se presentó a la cita con el casco de motorista para que no le reconocieran. El amigo del magistrado y el empresario también ha explicado a este periódico que «Varela estaba desencajado. Me pidió que localizara a Dorribo y lo convenciera de que no confirmara lo que Songó había declarado a la juez».

El empresario se citó con Dorribo el 9 de marzo. Dorribo, según el socio de Acción y Klasse, fue directo: «No declararé contra él (se refiere al juez Varela) si me devuelve todo el dinero que me debe: el dinero del viaje a París, el dinero B que le presté y todo lo demás».

El enviado llamó a Varela y éste le citó de nuevo a las 22.30 horas en el aparcamiento del Palacio de los Deportes de Lugo. El mensajero recalca que Varela estaba desencajado y se puso mucho más al saber cuál era el aviso de Dorribo: «Quiere que le devuelvas el dinero que le debes». El juez respondió: «No le debo nada y, además, no tengo dinero».

Varela se despidió de su amigo indicando que tendría que denunciar a Dorribo. Cinco días más tarde, el 14 de marzo, Varela formalizó ante la Fiscalía la denuncia contra Dorribo por extorsión. Con anterioridad, Varela intentó saber qué había contra él en el juzgado de Estela San José.

El presidente de la Audiencia prometió a su amigo e intermediario que no revelaría su nombre, pero EL MUNDO ha confirmado que ese dato ya consta en documentos oficiales: José Luis Otero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario