Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

domingo, 25 de marzo de 2012

operación campeón

«ERA MI ASALARIADO, YO LE PAGABA Y ÉL TENÍA QUE CUMPLIR»
Dorribo cuenta al intermediario del juez cuál era su relación y la función que hacía

ANTONIO RUBIO / EL MUNDO
25/03/2012

Cuando el intermediario del presidente de la Audiencia Provincial de Lugo, José Luis Otero (según consta en la denuncia por extorsión), llamó el 9 de marzo a Jorge Dorribo, éste dijo que sí, que se verían, pero en los locales de laboratorios Nupel. En ese encuentro, según ha podido saber EL MUNDO, hubo dos testigos: Juan Corral, socio de Dorribo, y una cinta magnetofónica que el principal imputado en la operación Campeón aportó el pasado día 13 a la juez Pilar Lara, que instruye el caso Carioca por narcotráfico y prostitución.

El intermediario del magistrado Varela ha reconocido a este medio ese encuentro y confirmado que trataron los asuntos que aparecen en la grabación. En primera instancia, se habló de qué podía hacer el magistrado Varela para que Dorribo no revelara que él tenía una participación en la empresa eólica de Camerún.

Dorribo, a esa pregunta del intermediario del magistrado, contestó: «Que me devuelva todo lo que me debe: el dinero de la farmacia del yerno, el viaje a París […] Me dejó tirado (se refiere a cuando entró en prisión en mayo de 2011) y él cobraba por lo que me estaba haciendo (en referencia al supuesto asesoramiento legal que le daba el magistrado) […] Somos empresarios, y que me devuelva lo que me debe». Dorribo fue más lejos: «Era mi asalariado. Yo le pagaba y él tiene que cumplir».

El intermediario del presidente de la Audiencia, que además es amigo de los dos, asiente a cada una de las cuestiones que plantea Dorribo, según se desprende de la grabación que obra en el Juzgado de Instrucción número 1. El propietario de laboratorios Nupel declaró el pasado día 13 ante la magistrada Pilar Lara, según ha podido saber EL MUNDO de fuentes de la investigación judicial, que el dinero que tenía que poner el magistrado Varela para la inversión eólica en Camerún lo puso el propio Dorribo por «el pago de los servicios prestados por el presidente de la Audiencia». Al parecer, eran unos 60.000 euros y representaban un 12% de la inversión.

El encuentro entre el intermediario del magistrado Varela y el propietario de Laboratorios Nupel, que también tuvo como empleada en su empresa a la hija del presidente de la Audiencia, duró unos 30 minutos y en ese tiempo salieron a relucir otras cuestiones: «Me dejó tirado cuando entré en la cárcel». Dorribo explica a su amigo y al intermediario de Varela cómo fueron aquellos hechos: «No pedí la libertad porque Varela estaba de vacaciones y no lo hice hasta que él me lo indicó […] Varela me dijo que era difícil sacarme porque la hija puta de la juez [se refiere a la magistrada Estela San José] lo tenía muy atado».

Este periódico ha podido saber que el magistrado Varela cambió sus vacaciones veraniegas y que, finalmente, las hizo entre el 15 de julio y el 15 de agosto. De esa manera, se daba la circunstancia de que a su vuelta sólo habría una Sala única en la Audiencia Provincial, que presidiría el propio magistrado, y que tendría que resolver todos los recursos que llegaran durante esa fecha.

Entre los recursos que podían llegar a esa Sala única estaría la supuesta denegación de libertad que el Juzgado de Instrucción número 3 de Lugo dictaminaría sobre la petición de libertad de Jorge Dorribo. Pero todo cambió cuando el propietario de Nupel, cansado y abandonado por sus amigos, «tiró de la manta» el 8 de agosto de 2011 y reveló, entre otras cosas, que había abonado 200.000 euros al ex ministro de Fomento, José Blanco. Y, entonces, la juez San José puso en libertad a Dorribo.

El intermediario del magistrado está convencido de que todo lo que cuenta Dorribo es verdad, con algunas matizaciones, y que nunca extorsionó. Y recordó a EL MUNDO una reflexión de su amigo: «Yo soy un ladrón y he robado para alimentar a todos estos chorizos».

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