Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

viernes, 9 de marzo de 2012

operación campeón

DORRIBO COMPRÓ EN SOLO DOS AÑOS FÁRMACOS POR VALOR DE 71 MILLONES
La Agencia Tributaria constata que se valía de 13 farmacias adquiridas por 15,8 millones para surtir a su propio mercado irregular de reventa


Dolores Cela / pablo gonzález
la voz 09 de marzo de 2012

El caso de la farmacia de Fornelos-Salvaterra do Miño que había puesto sobre la pista a la Xunta de una posible trama de comercio paralelo de medicamentos era efectivamente la punta del iceberg. Un informe de la Agencia Tributaria aportado al sumario del caso Campeón constata que Jorge Dorribo, a través de la sociedad Tramipharma, participó como socio capitalista de 13 oficinas de farmacia en las que había invertido 15,8 millones de euros. Según este informe, la gestión efectiva de estos negocios «presumiblemente era ejercida por el propio Jorge Dorribo y otras personas de su confianza» que, con la experiencia que tenían en el sector, «habrían utilizado a estos farmacéuticos para la compra a proveedores de medicamentos que posteriormente serían recogidos y comercializados por empresas del propio Dorribo»,

El negocio de adquisición irregular de fármacos para presuntamente destinarlos a la reventa no era precisamente pequeño. Los inspectores de Hacienda detectaron que solo entre los años 2008 y 2009, la empresa Innova, de la que Dorribo es copropietario, habría adquirido fármacos por valor de 47,3 millones de euros, mientras que en Nupel las compras llegaban a 23,68. En total, 71 millones de euros de inversión en solo dos años.

Volumen «muy importante»

El informe de la agencia constata que estas farmacias facturaban cantidades «muy importantes que en modo alguno corresponden con la actividad normal de un negocio de estas características». Este extraordinario volumen de fármacos habría sido revendido en su mayoría en el extranjero, aunque Dorribo aseguraba a los farmacéuticos con los que había firmado los contratos que se destinaban a botiquines, barcos y residencias geriátricas. Alguno de ellos intentó desvincularse cuando comenzó a sospechar de los ingentes pedidos de medicamentos.

Solo dos de estas farmacias estaban radicadas en Galicia: una en Fornelos-Salvaterra y la otra en Compostela. El resto se repartían por Barcelona, Gerona, Valencia, Madrid, Asturias y Andorra.

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