Varias causas xudiciais abertas e centos de imputados e testigos chamados a declarar. Esa é a realidade desde hai anos na cidade de Lugo. En todas elas un denominador común: políticos e empresarios baixo sospeita de supostos delitos de corrupción. Na convicción de loitar contra o silencio, contra a omertá declarada ao respecto por algúns partidos, Esquerda Unida alza a voz para loitar contra esa lacra social que é a corrupción.

martes, 20 de mayo de 2014

LOS ACUSADOS DE LA TRAMA DE LAS MULTAS NIEGAN HABER PEDIDO QUE LES RETIRASEN SANCIONES
El ex deán de la Catedral explica que se enteró de que le habían archivado la multa cuando le llegó la notificación del juzgado


Laura López / La Voz 
20 de mayo de 2014

Terminó esta mañana la declaración de todos los imputados por la trama de las multas de Lugo y ninguno de los acusados que declaró en la Audiencia reconoció haber pedido que les retirasen ninguna sanción. El ex deán de la Catedral y ex vicario del Obispo de Lugo, Luciano Armas, fue el primero de la mañana en hablar. Explicó que compañeros suyos se habían encargado de gestionar las notificaciones y que él no volvió a saber nada del asunto hasta que le llegó la notificación del juzgado.

En cuanto al alcalde de Pedrafita, José Luis Raposo, su acusación deriva de la retirada de una multa puesta a un camión del Concello cuyo chófer no fue identificado. El regidor expuso que no tuvo conocimiento de la sanción hasta dos años después cuando llegó la notificación del juzgado. Relató que nunca pidió la retirada de la multa ni habló con el subdelegado del Gobierno ni el jefe de Tráfico sobre este asunto y aclaró que él no sacaba ningún beneficio con el archivo de la sanción.

Miguel Ángel Fernández, exparlamentario, también negó haber hablado con el subdelegado o con cualquier otra persona para que le quitasen la multa.

El exconcejal José Rábade coincidió también en que él nunca pidió que le retirasen ninguna sanción y que no habló de eso con nadie.

En cuanto al ex delegado provincial de Cultura, Juan José Molina, reconoció haber llamado al entonces jefe de Tráfico, Julio González, para hablar de una multa que le habían puesto por exceso de velocidad, pero matiza que fue para comentar cómo orientar el recurso, no para pedir su retirada o archivo. Finalmente, relata que llegó a la conclusión de que era mejor pagar el importe, pero afirma que nunca le llegó ninguna notificación.

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