LA JUEZA INVESTIGA LA RAMA DE PROYECTOS EN CARRETERAS DE LA OPERACIÓN CAMPEÓN
31/05/2011 - El Progreso (Lugo)
Las investigaciones de la operación Campeón se ramifican ahora hacia nuevos objetivos. La titular del juzgado de instrucción número 3 de Lugo, Estela San José, analiza también la relación de una de las empresas del caso con la presunta adjudicación amañada de proyectos de obras en carreteras.
La jueza ya solicitó el pasado fin de semana la presencia de un ingeniero de la subdirección xeral de Estradas, L.G. Según ha podido saber este diario, diversas escuchas telefónicas y correos electrónicos pertenecientes a la operación Campeón podrían revelar la participación de la asesoría técnica Proitec en un procedimiento para adjudicar planes en obras públicas a ciertas empresas. Se trataría de proyectos que se licitaban por procedimiento negociado, una figura que permite a la Administración requerir directamente a, como mínimo, tres empresas para que presenten sus ofertas y negociar con ellas, de forma que se vayan introduciendo mejoras y ventajas. Para poder desarrollar ese proceso sin publicidad es preciso que el presupuesto, en caso de obras, no supere los 200.000 euros.
El juzgado investiga si los proyectos estaban adjudicados de antemano a una empresa y se llamaba a otras dos firmas a presentarse, de forma que se cubriera el cupo de al menos tres ofertas que marca la ley. Esas dos empresas presentarían una oferta que en ningún caso mejoraría la existente para asegurar que no se variaba la adjudicación ya resuelta.
Proitec no sería la adjudicataria, pero se analiza si pudiera haber participado como una de las firmas que contribuyeron a dar apariencia de legalidad al proceso. No se descarta que la jueza requiera para declarar a algún alto cargo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, de la que depende la Subdirección Xeral de Estradas.
Cámara
El presidente de la Cámara de Comercio de Lugo, Eduardo Núñez Torrón, expresó ayer su preocupación por las dificultades con que se pueden encontrar los empresarios para conseguir ayudas del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), tras el desarrollo de la Operación Campeón.
Núñez Torrón señaló, sobre los posibles problemas para conseguir subvenciones a raíz de esta investigación, que «sería penoso que así fuese». «No debería de influir, pero lo triste es que yo creo que sí que va a influir, y va a influir porque la gente que trabaja en el Igape va a tener miedo de que puedan surgir cosas por el medio y van a mirar todo con lupa», ha apostillado el presidente de la Cámara de Comercio de Lugo.
Torrón destacó que la imagen del empresariado lucense se ha visto «dañada» con el operativo judicial, «porque la gente se dedica a hacer juicios paralelos». «Esto podría ser un delito no consumado porque aquí se dice que la subvención no se llegó a cobrar, y si no se llegó a cobrar no está consumado el delito», dijo.
De qué hablamos al hablar de Nupel
Laboratorios Nupel almacenaba, envasaba y distribuía medicamentos genéricos. Esa es la única certeza en cuanto a la actividad de una empresa que, durante más de una década, se presentó como el paradigma de la innovación en un tejido empresarial como el lucense, muy tradicional y centrado en sectores de eficacia más que comprobada.
Jorge Dorribo manejó desde el comienzo la imagen de su empresa, proyectando la de una firma inquieta, que aumentaba sin descanso su actividad, se diversificaba y se movía en el mercado exterior con habilidad. Presentó públicamente decenas de proyectos de los que, con posterioridad, fue imposible hacer un seguimiento.
Seis años después de que se pusiera en marcha Nupel, en 2003, Dorribo anunció que la firma dejaría de ser un almacén para empezar a producir fármacos, cuatro genéricos de gran consumo (ibuprofeno, paracetamol, amoxicilina y loperamide), que se venderían fundamentalmente en el extranjero. Ya hablaba entonces de un mercado de 26 países, fundamentalmente de América del Sur, Oriente Medio y África.
Esos fármacos existen bajo la marca Nupel. Esos, y muchos otros genéricos de botiquín básico, desde antisépticos hasta colutorios o pomadas analgésicas. Lo que no existe es la certeza de que hayan sido efectivamente fabricados en O Ceao. El propio Dorribo reconoció en una reciente entrevista a este diario que, en ocasiones, compraba la materia prima a una gran firma farmacéutica y se limitaba a envasar el medicamento y servírselo al cliente.
En verano de ese mismo año dio a conocer su proyecto de instalar en Becerreá una planta termodestructora de residuos sanitarios, un centro que transformaría desde restos orgánicos hasta industriales en un material de gran resistencia que, según Dorribo, resultaba ideal para obras públicas. Una fortísima oposición vecinal y el hecho de que pretendía instalar el centro en un lugar que, en aquel entonces aspiraba a la declaración de Reserva de la Biosfera, dio al traste con su plan.
En esa época, puso en marcha un ambiciosísimo plan que acabaría siendo su fracaso más estrepitoso: el laboratorio de Biología Molecular, un centro de investigación (centrado en el estudio de los cánceres producidos por virus) para el que contrató al doctor e investigador Jesús Alba, que entonces era jefe de sección de Anatomía Patológica del Xeral. Dorribo apenas puso límites a la compra de equipos o material o a la contratación de personal, que fue seleccionado en Salamanca. Pocos meses después cerró el centro y despidió a toda la plantilla por «desavenencias» con el equipo y el director, que también reconoció diferencias «irreconciliables». Jamás se reabrió.
USC
La segunda ampliación de la planta de O Ceao en el 2008 -que, como la primera, fue un acto repleto de autoridades- se centró en destacar el envasado en unidosis y el inicio de la fabricación de nuevos medicamentos, ya no genéricos. Ese mismo año, Dorribo daba a conocer que se producirían dos fármacos para pacientes oncológicos: un antiemético y un protector celular, y el nombramiento del profesor de Farmacología de la USC José Manuel Freire Garabal como director de I+D+i.
«Nunca tuve relación contractual alguna con Nupel. Existía un acuerdo de colaboración entre la Universidad, que lo suscribía el rector, y esa empresa, como con tantas empresas. Nuestra labor era simplemente de asesoría técnica», explicó ayer el profesor e investigador. Dice que en su momento no rectificó el cargo que le atribuyó Dorribo porque lo achacó «al entusiasmo». «Él hablaba así, yo no me lo tomé a mal, solo se pasó de frenada», dice.
La investigación con especialistas de la USC de la que presumía Dorribo era en realidad un convenio que permitía a los trabajadores de Nupel consultar por teléfono o carta al departamento de Farmacología sobre unas u otras propiedades o materias primas para producir fármacos que nadie ha visto.
ENVASE. ¿Dónde están las unidosis?
El departamento de Farmacología de la USC colaboró con Nupel hasta hace un año y uno de los encargos que recibió fue especificar qué ventajas terapéuticas tendría la presentación en unidosis. El profesor Freire-Garabal reconoció que los prototipos presentados por Nupel eran «verdaderamente novedosos», con forma de inyectable y no de sobre, como son la mayoría. Esto les permitía aprovechar mejor el medicamento.
Sin embargo, puntualizó que no conocía quién había creado el prototipo, si obtuvo después el certificado de estabilidad del fármaco o si el envase llegó finalmente al mercado.
31/05/2011 - El Progreso (Lugo)
Las investigaciones de la operación Campeón se ramifican ahora hacia nuevos objetivos. La titular del juzgado de instrucción número 3 de Lugo, Estela San José, analiza también la relación de una de las empresas del caso con la presunta adjudicación amañada de proyectos de obras en carreteras.
La jueza ya solicitó el pasado fin de semana la presencia de un ingeniero de la subdirección xeral de Estradas, L.G. Según ha podido saber este diario, diversas escuchas telefónicas y correos electrónicos pertenecientes a la operación Campeón podrían revelar la participación de la asesoría técnica Proitec en un procedimiento para adjudicar planes en obras públicas a ciertas empresas. Se trataría de proyectos que se licitaban por procedimiento negociado, una figura que permite a la Administración requerir directamente a, como mínimo, tres empresas para que presenten sus ofertas y negociar con ellas, de forma que se vayan introduciendo mejoras y ventajas. Para poder desarrollar ese proceso sin publicidad es preciso que el presupuesto, en caso de obras, no supere los 200.000 euros.
El juzgado investiga si los proyectos estaban adjudicados de antemano a una empresa y se llamaba a otras dos firmas a presentarse, de forma que se cubriera el cupo de al menos tres ofertas que marca la ley. Esas dos empresas presentarían una oferta que en ningún caso mejoraría la existente para asegurar que no se variaba la adjudicación ya resuelta.
Proitec no sería la adjudicataria, pero se analiza si pudiera haber participado como una de las firmas que contribuyeron a dar apariencia de legalidad al proceso. No se descarta que la jueza requiera para declarar a algún alto cargo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, de la que depende la Subdirección Xeral de Estradas.
Cámara
El presidente de la Cámara de Comercio de Lugo, Eduardo Núñez Torrón, expresó ayer su preocupación por las dificultades con que se pueden encontrar los empresarios para conseguir ayudas del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), tras el desarrollo de la Operación Campeón.
Núñez Torrón señaló, sobre los posibles problemas para conseguir subvenciones a raíz de esta investigación, que «sería penoso que así fuese». «No debería de influir, pero lo triste es que yo creo que sí que va a influir, y va a influir porque la gente que trabaja en el Igape va a tener miedo de que puedan surgir cosas por el medio y van a mirar todo con lupa», ha apostillado el presidente de la Cámara de Comercio de Lugo.
Torrón destacó que la imagen del empresariado lucense se ha visto «dañada» con el operativo judicial, «porque la gente se dedica a hacer juicios paralelos». «Esto podría ser un delito no consumado porque aquí se dice que la subvención no se llegó a cobrar, y si no se llegó a cobrar no está consumado el delito», dijo.
De qué hablamos al hablar de Nupel
Laboratorios Nupel almacenaba, envasaba y distribuía medicamentos genéricos. Esa es la única certeza en cuanto a la actividad de una empresa que, durante más de una década, se presentó como el paradigma de la innovación en un tejido empresarial como el lucense, muy tradicional y centrado en sectores de eficacia más que comprobada.
Jorge Dorribo manejó desde el comienzo la imagen de su empresa, proyectando la de una firma inquieta, que aumentaba sin descanso su actividad, se diversificaba y se movía en el mercado exterior con habilidad. Presentó públicamente decenas de proyectos de los que, con posterioridad, fue imposible hacer un seguimiento.
Seis años después de que se pusiera en marcha Nupel, en 2003, Dorribo anunció que la firma dejaría de ser un almacén para empezar a producir fármacos, cuatro genéricos de gran consumo (ibuprofeno, paracetamol, amoxicilina y loperamide), que se venderían fundamentalmente en el extranjero. Ya hablaba entonces de un mercado de 26 países, fundamentalmente de América del Sur, Oriente Medio y África.
Esos fármacos existen bajo la marca Nupel. Esos, y muchos otros genéricos de botiquín básico, desde antisépticos hasta colutorios o pomadas analgésicas. Lo que no existe es la certeza de que hayan sido efectivamente fabricados en O Ceao. El propio Dorribo reconoció en una reciente entrevista a este diario que, en ocasiones, compraba la materia prima a una gran firma farmacéutica y se limitaba a envasar el medicamento y servírselo al cliente.
En verano de ese mismo año dio a conocer su proyecto de instalar en Becerreá una planta termodestructora de residuos sanitarios, un centro que transformaría desde restos orgánicos hasta industriales en un material de gran resistencia que, según Dorribo, resultaba ideal para obras públicas. Una fortísima oposición vecinal y el hecho de que pretendía instalar el centro en un lugar que, en aquel entonces aspiraba a la declaración de Reserva de la Biosfera, dio al traste con su plan.
En esa época, puso en marcha un ambiciosísimo plan que acabaría siendo su fracaso más estrepitoso: el laboratorio de Biología Molecular, un centro de investigación (centrado en el estudio de los cánceres producidos por virus) para el que contrató al doctor e investigador Jesús Alba, que entonces era jefe de sección de Anatomía Patológica del Xeral. Dorribo apenas puso límites a la compra de equipos o material o a la contratación de personal, que fue seleccionado en Salamanca. Pocos meses después cerró el centro y despidió a toda la plantilla por «desavenencias» con el equipo y el director, que también reconoció diferencias «irreconciliables». Jamás se reabrió.
USC
La segunda ampliación de la planta de O Ceao en el 2008 -que, como la primera, fue un acto repleto de autoridades- se centró en destacar el envasado en unidosis y el inicio de la fabricación de nuevos medicamentos, ya no genéricos. Ese mismo año, Dorribo daba a conocer que se producirían dos fármacos para pacientes oncológicos: un antiemético y un protector celular, y el nombramiento del profesor de Farmacología de la USC José Manuel Freire Garabal como director de I+D+i.
«Nunca tuve relación contractual alguna con Nupel. Existía un acuerdo de colaboración entre la Universidad, que lo suscribía el rector, y esa empresa, como con tantas empresas. Nuestra labor era simplemente de asesoría técnica», explicó ayer el profesor e investigador. Dice que en su momento no rectificó el cargo que le atribuyó Dorribo porque lo achacó «al entusiasmo». «Él hablaba así, yo no me lo tomé a mal, solo se pasó de frenada», dice.
La investigación con especialistas de la USC de la que presumía Dorribo era en realidad un convenio que permitía a los trabajadores de Nupel consultar por teléfono o carta al departamento de Farmacología sobre unas u otras propiedades o materias primas para producir fármacos que nadie ha visto.
ENVASE. ¿Dónde están las unidosis?
El departamento de Farmacología de la USC colaboró con Nupel hasta hace un año y uno de los encargos que recibió fue especificar qué ventajas terapéuticas tendría la presentación en unidosis. El profesor Freire-Garabal reconoció que los prototipos presentados por Nupel eran «verdaderamente novedosos», con forma de inyectable y no de sobre, como son la mayoría. Esto les permitía aprovechar mejor el medicamento.
Sin embargo, puntualizó que no conocía quién había creado el prototipo, si obtuvo después el certificado de estabilidad del fármaco o si el envase llegó finalmente al mercado.
